En 1976, a la edad de 35 años, el biólogo Richard Dawkins escribía "El gen egoista", un libro que en su momento desató numerosas polémicas y que hoy en día sigue siendo motivo de debate.
"El gen egoista" planteaba una visión de la evolución centrada en la supervivencia de los genes, compitiendo entre ellos para trascender de una generación a la siguiente.
La metáfora del gen egoista refiere una unidad bioquímica que actúa "egoístamente" para perpetuarse, en un nivel independiente y ajeno al de la especie o al del individuo.
"El gen egoista" es uno de los libros más conocidos de Dawkins, pero no es el único. Sin abandonar nunca la ciencia pura, Dawkins ha publicado muchas obras orientadas al público en general, con el propósito de divulgar el conocimiento científico. "El fenotipo extendido", "El relojero ciego" o "El capellán del diablo" son algunos de sus títulos más difundidos.
Dawkins, que fue alumno del zoólogo Niko Tinbergen, ha escrito además numerosos ensayos sobre sociedad y religión, los cuales tampoco han escapado a encendidas discusiones. Algunos de sus artículos escépticos como "El regalo de Dios a Kansas" o "Cuando la religión pisa el césped de la ciencia" pueden leerse en Internet.
El conjunto de la obra de Dawkins, totalmente recomendable para cualquier persona interesada en la ciencia, constituye un alegato en defensa del pensamiento escéptico y una crítica implacable (e impecable) a las pseudociencias y al relativismo cultural. Según Dawkins, las creencias religiosas se inmiscuyen en el conocimiento científico, al hablar sobre lo que existe o deja de existir en el cosmos.
La publicación, hace pocos meses, de la traducción al castellano de su obra más reciente, "El espejismo de Dios", ha devuelto al biólogo al centro de la polémica entre el religionismo militante y el activismo ateo.
En "El espejismo de Dios", Dawkins afirma que la creencia en un creador supernatural se puede calificar como un delirio, al que define como, la persistencia en una falsa creencia mantenida frente a fuertes evidencias contradictorias. Dawkins simpatiza con la observación de Robert Pirsig que dice "cuando una persona sufre delírio lo llamamos locura. Cuando mucha gente sufre el mismo delírio lo llamamos religión"
Con motivo de dicha traducción, el diario asturiano "Comercio digital" ha publicado esta semana una reseña biográfica sobre el autor, quien ha sido reconocido, junto a Pinker o Sagan, como uno de los más importantes divulgadores de la ciencia.
Esta misma semana (¿coincidencia?), el mismo diario entrevista a José Luis Jorcano, responsable del programa de ingeniería de tejidos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), y director general de Genoma España.
En este otro artículo, titulado "En el siglo XXI no deberían mezclarse religión y ciencia", Jorcano se hace eco de algunas de las ideas de Dawkins,
Los científicos estamos sometidos a muchos controles, por otra parte justos y necesarios. No somos unos locos recluidos en laboratorios sin ningún tipo de responsabilidad ni control. Científicos y medios de comunicación tendríamos que ser capaces de informar a la sociedad de los avances, de las consecuencias, de las ventajas y desventajas de las investigaciones. Sería la única manera de acabar con las polémicas y los miedos que a veces se generan sin fundamento. Vivimos en países democráticos donde la población, una vez bien informada, sería la encargada de decidir lo que se hace o lo que no se hace, pero tiene que saber las consecuencias de la decisión que está tomando.
Vía | Comercio digital
Más información | En el siglo XXI no deberían mezclarse religión y ciencia
Más información | El regalo de Dios a Kansas
Más información | Cuando la religión pisa el césped de la ciencia
Más información | Richard Dawkins (Wikipedia)
Más información | El espejismo de Dios