Adultos que toman ritalín en Chile se duplica en los últimos cinco años
El déficit atencional entre los mayores de edad es un fenómeno que va en alza en el país, casi a la par con el diagnóstico en niños.
Natalia Zúñiga (33) no duraba más de tres meses trabajando porque se aburría. Una bocina, un teléfono, la sacaban por completo de lo que estuviese realizando. A los 9 años repitió cuarto básico y su vocación profesional era un misterio.
Hasta que a los 27 años tomó un curso de filosofía y tuvo por compañero de clase a un neurólogo que le vaticinó el que sería su diagnóstico: "Tú tienes TDAH, el déficit atencional del adulto", le dijo.
A la semana, una entrevista clínica y dos test que midieron hiperactividad y desatención la convirtieron en uno de los 58 mil adultos que actualmente en Chile toman metilfenidato, la droga más usada en el país para tratar este trastorno. "Fue un alivio sentir que no era tonta", dice.
Para ella tomar esta pastilla cambió su vida. "Es como si todo encajara, me vuelvo ejecutiva", explica. Antes, recuerda, era habitual ir al supermercado y en la caja darse cuenta que salió sin billetera o tomar el metro en el sentido contrario.
Siempre se consideró incapaz de leer un libro de más de 20 páginas, hasta que cumplió un año de tratamiento y le dio por ir a la universidad. Ahora está por titularse de psicóloga: "Si me hubieran dado la pastilla antes, hoy quizás sería una gran científica y no habría perdido tantos años sin saber qué hacer", dice.
FENOMENO CRECIENTE
El déficit atencional en adultos es un fenómeno que va en alza en las consultas médicas nacionales, casi a la par con el diagnóstico en niños.
En mayo de este año, la Organización Mundial de Salud emitió un informe realizado en siete mil empleados y trabajadores independientes, en que dimensionaba las consecuencias de esta tendencia: en promedio, decía el estudio, los adultos con este trastorno pierden 22 días laborales más al año que el resto de los trabajadores.
La mayoría de los que llegan a la vida adulta con el TDAH se trata de personas que no fueron diagnosticadas en la niñez. De hecho, se estima que la mitad de los menores con déficit atencional seguirá exhibiendo el problema cuando adulto.
Según cifras de IMS Health, en 2003, 30 mil recetas de metilfenidato fueron entregadas por especialistas de adultos. En lo que va de 2008, ya se han extendidos 58 mil.
Y de acuerdo con un análisis hecho entre los pacientes de la Unidad de la Memoria de la U.C, mientras en 2002 un 5% de las consultas de adultos fue por déficit atencional, en 2005 la cifra había aumentado a 20%.
El doctor Jorge González distingue entre dos tipos de pacientes con déficit atencional de tipo residual: los adultos mayores de 40 años que creen que están perdiendo la memoria y los universitarios.
"¡SI NO ERES CABRO CHICO!"
Ese fue el caso de Daniel, quien egresó del Saint George con promedio 6,6. La cosa se complicó cuando entró a estudiar Periodismo a la Universidad Católica. "Los ramos me costaban mucho, no entendía y me deprimí", recuerda.
Producto de su angustia durante 10 años asistió a terapia con sicólogos, siquiatras y hasta un sicoanalista, quienes le diagnosticaron desde depresión endógena hasta trastorno bipolar.
Diariamente, tomaba un cóctel de remedios que incluía ravotril, fluoxetina, litio y belafaxina. "Me sentía limitado mentalmente por algo que no sabía qué era", explica.
Se tituló con dificultad y le fue imposible establecerse en un trabajo. Entonces fue cuando el mismo investigó el TDAH, un neurólogo se lo diagnosticó y le dio una dosis diaria de dos pastillas de Ritalín.
"A los dos años me recuperé, pude hacer muchas cosas que antes quería empezar, pero no podía. Mejoró mi autoestima y al fin se fue la angustia". Esto, dice, le trajo beneficios enormes en el área profesional: hoy trabaja en una de las agencias de comunicaciones más importantes del país y su ingreso económico le permite vivir tranquilamente.
Eso sí, sagradamente gasta $ 30.000 mensuales en ritalín. Daniel no revela su apellido, porque dice que hay un estigma. "La gente cuando sabe que tomo este medicamento me mira raro y me dice: ¡Cómo, si no eres cabro chico!".
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN LIBREMENTE
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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1 comentario:
Me veo en la necesidad de comentar al respecto del primer testimonio ya que fui yo quien dio esa entrevista. Inicialmente quiero ACLARAR que se me desvirtió en muchas cosas que mencioné. Por ejemplo, NO es que uno toma "la pastilla mágica" y te "transformas", como profesional de la salud mental y portadora del síndrome siempre estoy enfatizando en que el tratamiento para el TDA es 50% en Psicoeducación y el otro 50% es el farmacológico,LA PASTILLA NO ME CAMBIO LA VIDA, lo que modificó en mi la perspectiva al respecto fue el hacer CONCIENTE que tenía este trastorno de tal forma que aprendí de el, lo estudié y lo manejo de mejor manera, el fármaco por lo menos en mi caso es relativo, ya que sólo lo uso en temporadas de alto estres. La pastilla NO es la panacea, es el complemento de un tratamiento adecuado.
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