NUEVA POLÉMICA SOBRE LOS CIERRES
Tapón de rosca y cáncer
ELMUNDOVINO
El periodista especializado en vinos y director de Truewines Digital Media Services, Keith Stewart, publicó un reportaje en la influyente revista de actualidad neozelandesa 'The Listener' que ponía en duda la seguridad del vino embotellado con tapón de rosca, del cual se sospecha desde hace mucho tiempo que el plástico que asegura su cierre deja que se filtren alteradores endocrinos. Los alteradores endocrinos tienen mucho que ver en la actual epidemia de cáncer de mama y próstata que padecen los países de Occidente.
Esto es lo que el periodista suizo Alexandre Truffer (www.romanduvin.ch) comenta sobre este asunto: "Antes de hablar de salud, recordemos el estado actual de la cuestión. Para taponar una botella de vino, existen actualmente tres soluciones, cada una de las cuales tiene sus inconvenientes y sus ventajas. El tapón natural es caro y, además, puede corromper el vino, pero permite un envejecimiento óptimo y sigue siendo el sistema más ecológico. El tapón sintético convence por su relación calidad-precio, pero no le gusta a los consumidores preocupados por la estética asi como a los amantes de la naturaleza. El tapón de rosca parecía una excelente alternativa, por ser moderno, limpio, económico y seguro. Ampliamente adoptado por los viticultores del Nuevo Mundo, con los neocelandeses a la cabeza, también convenció a los profesionales suizos".
Y prosigue Truffer, en torno a las afirmaciones de Stewart: "A su juicio, esta forma de tapar las botellas favorecería el desarrollo de ciertos tipos de cánceres, especialmente los de próstata y mama. Esta acusación se basa en las conclusiones de un estudio realizado por un equipo de investigadores de tres países: del Instituto de Investigaciones Cromatográficas y Laboratorio de Química Orgánica de Gante (Bélgica), del Departamento de Química de la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica) y de la Universidad de Eindhoven (Países Bajos). Según estos expertos, ciertos componentes que provocan desórdenes endocrinológicos susceptibles de degenerar en cáncer están presentes en los vinos taponados con tapones de rosca, pero no en los que utilizan el clásico tapón de corcho o sintético. Como era de esperar, la compañía que fabrica los tapones de rosca lo desmiente. Su portavoz, Tyson Stelzer, rechaza las acusaciones de Stewart, afirmando que sus alegaciones sobre un riesgo médico potencial provocado por los tapones de rosca son infundadas y absolutamente falsas".
Pero las evidencias que ha aportado la investigación con SBSE son bastante claras en lo que respecta al papel de los tapones de rosca en el filtrado de alteradores endocrinos.
El espectro de masa de dichos tapones también señaló el ion m/z 149 como ion específico, pero estos compuestos podrían identificarse como nonilfenoles. El perfil de los nonilfenoles detectado en las muestras de vino corresponde técnicamente a una mezcla estándar de nonilfenoles (analizada por extracción térmica).
Se sospecha que estos compuestos son alteradores endocrinos. Sólo se los detectó en las muestras de vino obtenidas de botellas con tapón de rosca y no de corcho. Según resumieron los investigadores, el origen de la contaminación estaba en una capa de plástico que se halla presente en el tapón de rosca, y así lo demostró el análisis de dicha capa mediante extracción térmica directa.
"Lo que me preocupa es que las pruebas las aportó una investigación realizada en 2000, y, sin embargo, cuando en 2002 se lanzó en Nueva Zelanda la Iniciativa por el Tapón de Rosca, ninguno de los que participaron en ella se molestó en analizar el riesgo para la salud que conlleva este tipo de cierre de las botellas", dice Stewart. "Y, después, organismos representativos como Bodegueros de Nueva Zelanda han estado dispuestos a apoyar los falaces argumentos de la Iniciativa por el Tapón de Rosca sin preocuparse por la seguridad pública ni por los intereses de la totalidad del sector del vino, algunos de cuyos miembros los rechazan".
"Ésta no es una discusión para dilucidar qué tipo de cierre produce un vino mejor", agrega Stewart. "Se trata de la salud pública, y la recomendación que insistentemente nos trasladan los mayores especialistas en la investigación sobre el cáncer es que hemos de tratar los alteradores endocrinos con extremada precaución. Poner policloruro de vinilideno en contacto directo con una solución disolvente (el vino) que, por la acción de alcohol, transporta alteradores endocrinos a numerosas células del cuerpo humano, es una negligencia. Es hora de que la Iniciativa por el Tapón de Rosca admita su error y garantice unos cierres más seguros para los tapones que promueve".
rodrigo gonzalez fernandez
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